Es un blanco fresco y corpulento, un punto goloso y aromáticamente complejo debido a la suma de los tres varietales implicados en la mezcla: melocotón maduro, piña, refrescantes cítricos y recuerdos de flor de azahar y de menta. El terruño también impregna el carácter del vino con notas terrosas y de laurel.
70% albariño, 20% caiño y 10% loureiro. Maceración en frio y fermantación en inox.
Marida genial con cocina asiática, mariscos, aves y carnes blancas.